Procedente del mundo empresarial y habiendo trabajado en el sector de la restauración, pronto Maribel encuentra en la pintura su vocación y su pasión.

Formándose a través de las técnicas de óleo y dibujo, va desarrollando su propio estilo. Pintando y dejándose llevar por las evocaciones y colores de la naturaleza, experimentando y mezclando acrílico con materiales y sustratos como arena polvo de mármol, serrín, telas, cuerdas... Así fue consiguiendo crear obras cargadas de profundidad y relieve, de un simbolismo abstracto que cautiva.

 

Las obras de Maribel hablan y cuentan historias. La influencia de Antoni Tàpies, gran maestro de vanguardia, se deja entrever como un sutil pigmento que queda presente en cada  creación. Una mezcla de ingredientes plasmadas en lienzo para hacerte viajar.